Originalmente publicado en Esquire, Junio 2016 (PDF aquí)
El estreno de la nueva temporada de Arrow fue el prextexto ideal para viajar a Vancouver para conversar con Emily Bett Rickards, quien interpreta a Felicity en la serie de Warner Channel.
Algo sucede con Emily Bett Rickards y no logro entenderlo. Debería estar despeinada, ojerosa y de malas —como cualquier actriz que lleva 12 horas de rodaje en un set—, pero ella llega hasta nosotros sonrojada y alegre, como si apenas fuera medio día y acabara de despertar. “Te hemos esperado todo el día”, dice algún valiente detrás de la mesa. “¿En serio? Carajo, eso es una locura”, responde la rubia que casi parece una colegiala por el pelo que lleva recogido en una coleta y la falda tableada que se acomoda al sentarse y cruzar la pierna para empezar a conversar.
En Arrow, que este mes estrena su cuarta temporada, Rickards interpreta a Felicity, una sabelotodo que en vez de antojarse intolerante y soberbia nos provoca taquicardia: es lista, es valiente y es una geek de la computación que con sólo golpear el teclado de una laptop puede salvar a un superhéroe de la devastación. Y aunque su melena dorada y sus labios de fresa no llegaron a dilatarnos la pupila sino hasta que había avanzado un poco la historia, su personaje se ha vuelto indispensable para las aventuras de Oliver Queen (Stephen Amell) y el resto del clan.
En esta era de los vigilantes, un personaje como Felicity es el ancla que los superhéroes guardan con la realidad. En Arrow, el protagonista es una especie de Robin Hood: un tipo encapuchado que por las noches sale armado con arco y flecha para combatir el mal. Felicity, en cambio, es real. “Sé que soy la única protagonista que nunca usará un disfraz, pero no siento celos por eso. Sí se ven increíbles y no hay nada más sexy que usar un traje de piel, pero a mí me gusta usar mis pequeños vestidos. Son muy cómodos y no tengo que perder tres horas para ponérmelos”, ríe.
La serie se inspira en el personaje de Green Arrow, que apareció en las historietas de DC Comics hace 75 años, y (para no variar) retratan a un millonario con problemas familiares que reniega de la vida y prefiere contar criminales tras las rejas que sus billetes desde la bóveda de su mansión. Sin embargo, a diferencia de Batman y otros superhéroes del estilo, Arrow cuenta con un abanico de personajes que aderezan la trama y entran y salen de otras narrativas del mundo de cómics en televisión, como Flash (2014) y Legends of Tomorrow (2016), por mencionar un par.
Felicity era un personaje secundario de la historia original y eso es justo lo que Rickards adora de su trabajo actual. “Creo que ha tenido un muy buen recibimiento, y justo porque no estaba tan definida en los cómics que he tenido la oportunidad de explorarla de un modo diferente al que quizá hubiera sido si alguien ya hubiera descrito con mayor precisión”. Con el estreno de su cuarta temporada, Arrow regresa con enemigos, vestuario y conflictos narrativos para presumir: nuestra heroína por fin convence al protagonista de dejar esa vida de riesgos que implica salvar al mundo de la catástrofe y éste trata de iniciar un romance con ella, pero es fácil imaginar que esto no durará. ¿Qué pasará con lo de dejó detrás? ¿El resto de su equipo podrá continuar sin él? “Sé que mucha gente esperaba que esto sucediera, pero el hecho de que aceptaran ser pareja plantea nuevos problemas, como sucede siempre que una relación de amistad se transforma en algo más. Hasta ahora todo va muy bien, pero ya lo verán y ustedes tendrán que decirme lo que piensan”, ríe por última vez antes de que su agente le haga una seña para que nos deje y regrese a grabar. “Perdonen la espera y gracias por venir, chicos”, y así la chica perfecta se va dando saltitos hasta que se pierde en el corredor.