Originalmente publicado en Esquire no. 73 (PDF aquí)
Después de cuatro años en pantalla, 40 nominaciones al Emmy, sangre, fedoras y metralletas, Boardwalk Empire llega a su fin. Conversamos con los protagonistas de la mejor serie de gangsters de la televisión actual.
Un niño de 11 años cae al agua e irrumpe en la tranquilidad del océano como una bala de cañón. Su pelo se mueve como algas a voluntad de la corriente. Abre bien los ojos y estira brazos y manos como si fueran ancas de rana: está en busca de algo. Fuera del agua, en la Atlantic City de finales del siglo xix, algunos adultos lanzan monedas desde la orilla de la bahía, y observan a sus hijos chapotear para encontrarlas. Todos salen con las manos llenas. Todos, excepto Nucky Thompson.
La escena anterior es una de los muchas que, en la quinta y última temporada de Boardwalk Empire, ilustrarán cómo se moldeó la personalidad del gangster más poderoso de Atlantic City durante la década de 1920. En todas ellas, el mensaje es claro: desde la infancia, Nucky (Steve Buscemi en la serie) fue tan frágil que tuvo que pelear por conseguir lo que deseaba y aprender a pisotear en vez de ser pisoteado.
En otra escena, los hombres más ricos de Estados Unidos se ponen una pistola en la boca. Es 1931 y, dos años después del peor crack de la historia de la Bolsa de EU, banqueros y clase media colapsan financiera y emocionalmente. Margaret (Kelly MacDonald) trabaja como asistente en Wall Street y atestigua el suicidio de su jefe. Nucky se ha exiliado en Cuba y lleva ya 11 años buscando alianzas para traficar con alcohol a pesar de la Ley Seca que continúa vigente en su país. Lucky Luciano (Vincent Piazza), Meyer Lansky (Anatol Yusef) y Al Capone (Stephen Graham) siguen asesinando y concretando tratos que trastocan el poder de la mafia a punta de amenazas y balazos. Esta última temporada pinta tan bien que lo único lamentable es que sólo quedan ocho episodios antes de que llegue a su fin: la produjo Martin Scorsese para HBO y dejó claro que nunca morirá nuestra fascinación por la mafia italiana y la figura del gangster, ese caballero que se mece entre la elegancia y la brutalidad, que puede llevar traje a rayas y fedora tanto para beber una copa de champaña como para matar.
Kelly MacDonald (Margaret Thompson)
> Tengo mucha suerte. A pesar del peso que los personajes masculinos tienen en la serie, también hay mujeres muy fuertes. Tengo la oportunidad de interpretar a una persona que no está limitada por su género, sino que aprovecha que es mujer cuando lo cree necesario, y es tan inteligente como cualquiera de los hombres que ha conocido.
> En esta temporada, Margaret es una mujer moderna que trabaja en el Nueva York de 1931. Antes fue una esposa golpeada por su marido, tenía dos hijos y estaba embarazada. Era completamente distinta. Lo que me encanta de ella es que es muy fuerte, y que entre una temporada y otra, su situación y relación con Nucky se transforma [inician como amantes, luego se casan y terminan por separarse]. Si ella llegara a la vejez, realmente tendría una buena historia que contar.
> Cinco años de esta serie han sido suficientes. Claro que estoy triste porque llegó a su final, pero creo que tanto yo como mis compañeros tendremos la oportunidad de trabajar en otras cosas. Margaret es un personaje increíble porque tiene muchas facetas y se transforma de una temporada a otra. Sin embargo, siento que ya estoy lista para interpretar a alguien más.
> Cuando una serie es tan exitosa siempre se corre el riesgo de que el público te encasille con un personaje. Es algo que ya me ha sucedido, pero para mi próximo trabajo no voy a elegir a un personaje que viva en los años 20. Además pienso que, en este caso, es difícil que me encasillen porque —como ya mencioné—, Margaret es un personaje que nunca dejó de evolucionar: tuvo diversas facetas, no sólo la parte débil.
Vincent Piazza (Lucky Luciano)
> Corrimos el riesgo de provocar que los gangsters parecieran glamourosos, pero así sucede cuando una serie aborda el crimen. Sin embargo, para un personaje como Lucky Luciano creo que los escritores dejaron claro un punto: que acarreó grandes vicios y que fue notoriamente brutal con las mujeres. En este sentido, nosotros le mostramos la realidad a la audiencia, y lo que ésta piense es su decisión.
> Lucky Luciano también está inmerso en la crisis en la que inicia la nueva temporada: la Gran Depresión está golpeando al país, y si cuando todo era prosperidad ya era difícil mantener tu territorio a salvo de todos los crímenes, con la caída de la Bolsa todo empeora.
> Ya conocía un poco de Lucky Luciano. Crecí en Queens, donde es común que la gente diga: “¿Sabes quién está enterrado aquí? Harry Houdini y Lucky Luciano”. Así que cuando hice la audición ya sabía más o menos quién era.
> ¿Qué aprendí de Steve Buscemi? Esa pregunta me hace sentir nostálgico. Durante el primer día de rodaje no conocía a nadie, más que a Steve, y admiraba su trabajo. Recuerdo que cuando mis compañeros entraron al set, me sentí como un pequeño pez en un gran acuario. Me aterroricé, y me quedé de pie sosteniendo mi guión. Entonces Steve se acercó y se detuvo junto a mí. Fue muy extraño. Intenté mirar hacia el frente, pero él seguía junto a mí, así que le dije: “Hola, Steve, soy Vincent”. Él contestó: “Ya sé quién eres”. Y yo: “¿Es en serio?”. Así seguimos: “Claro, ¿estás nervioso?”, “¡Sí! ¿Y tú?”, “Aterrorizado, ¡tengo que protagonizar la historia!” [ríe].
Gretchen Mol (Gillian Darmody)
> Siempre usas algo de ti mismo para interpretar a un personaje. Después de cinco años de estar cerca de Gillian, ya puedo sentir todo lo que le sucede. No sé qué tanto de eso venga 100 por ciento de mí y qué tanto sea obra de los escritores, pero siento que el proceso de creación de una serie construye una relación inconsciente de colaboración entre ambas partes. Ellos saben cómo te sientes y te conocen incluso emocionalmente. Aunque sí hubo guiones que me hicieron pensar en cómo iba a interpretarlos, siempre sentí una conexión cercana con Gillian.
> La última vez que vemos a Gillian en la cuarta temporada está en la cárcel y acaba de recibir la noticia de que su hijo murió. Eso es un cierre para ella. Ahora, en esta última temporada, está en un hospital psiquiátrico y no lo está pasando bien. Además, a través de flashbacks, veremos cómo inició su relación con Nucky [Buscemi] y lo que él ha significado en su vida.
> Todo lo lineal es aburrido. En este momento me siento así con respecto a mí misma, porque Gillian es mucho más interesante de lo que yo jamás podría ser. Es mucho más cool que yo, dice cosas más interesantes que yo. Es una chica mala, y justo por eso es más divertido estar cerca de ella.
> Han sido cinco años maravillosos. Nunca había tenido esta conexión con un personaje durante tanto tiempo. Estoy segura de que si no la hubiera interpretado yo, al verla en pantalla de todas maneras me hubiera fascinado y hubiera querido hacer ese papel. Qué bueno que sí me contrataron para interpretarla [ríe].
Foto: cortesía