Publicado en la revista Esquire no. 69 (PDF aquí)
The Fault in our Stars, filme basado en el bestseller del mismo nombre, propone que es posible disfrutar la vida pese a tener una sentencia de muerte. Conversamos con Laura Dern, quien protagoniza la cinta junto a Shailene Woodley y Ansel Elgort.
Hazel (Shailene Woodley) es una chica de 16 años que va a morir de cáncer. Es hija única y, para lidiar con el dolor, su madre (Laura Dern) le sugiere unirse a un grupo de apoyo, donde podría sentirse mejor y conocer a otros adolescentes en la misma situación. Hazel accede y ahí conoce a Gus Waters (Ansel Elgort), un paciente en remisión. Luego sucede lo obvio: se enamoran. Lo inesperado de la trama es que la pareja no sufre a causa de su enfermedad, sino que celebra la vida y realiza un viaje a Ámsterdam en compañía de la mamá de Hazel. A simple vista esto parece el drama de los dramas, pero Dern cuenta que la cinta le maravilló porque no es sentimental, sino un filme con momentos muy cómicos y que celebra las experiencias humanas. Platicamos con la actriz estadounidense —nominada al Óscar por su actuación en Rambling Rose (1991)— sobre la película.
ESQUIRE: ¿Qué fue lo que más te atrajo de la adaptación de The Fault in our Stars?
LAURA DERN: Me encantó la historia. Trata sobre disfrutar cada momento y encontrar la belleza en las cosas más pequeñas. Creo que eso es universal. Cuando recibí la oferta para el papel, leí el libro y me enamoré del estilo de escritura de John Green [el autor de la novela homónima que inspiró la película]. Además me fascinó el personaje de Hazel. La gente se enamorará de ella como lo hizo de Holden Caulfield [de la novela El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger]. The Fault in our Stars es un clásico en el sentido en el que explora la angustia de los adolescentes. Ellos se enamoran del libro porque John trata al personaje de Hazel con mucho respeto. Define un tono sobre cómo los niños, adolescentes y adultos jóvenes se sienten cuando se les escucha.
ESQ: En la película interpretas a Frannie, la mamá de Hazel. ¿Qué tipo de mujer es?
LD: Es un personaje con el que todos los adultos podrán identificarse, porque es fácil comprender lo que está experimentando. El papel de Frannie está muy bien escrito. Solía ser una hippie y ahora es progresiva y liberal. Se parece mucho a mí. Quizá por eso me consideraron para el papel. Es muy abierta: su hija tiene cáncer y trata de lidiar con lo inmanejable. Lo que todos compartimos como padres es que hemos tenido que enfrentarnos a momentos difíciles, no importa si es un corazón roto o una enfermedad terminal. Hay diversas circunstancias que pueden crear el amor o la tristeza, lo que es un hecho es que no podemos escapar de ellas. Cualquiera podrá relacionarse con la historia porque todos hemos estado en una relación donde amamos a alguien más que a nada en el mundo, pero somos incapaces de arreglar un problema por el que atraviesa.
ESQ: Shailene es maravillosa como Hazel. ¿Qué crees que fue lo mejor de su actuación?
LD: Shailene es una actriz increíble. Es auténtica y pura. Pero además de su talento, creo que a la gente le gusta su trabajo porque su inocencia natural incita una respuesta. Shai realmente cree en la bondad de las personas. Por eso creo que puede interpretar a Hazel, quien tiene 16 años en la película, a pesar de que ella es más grande. Esto es poco común en una actriz joven. Es sorprendente que muchas niñas de su generación sólo se preocupen por sus seguidores en Twitter. Las chicas de hoy se enfocan mucho en eso, pero Shai aún tiene una visión positiva del mundo, lo cual es maravilloso. A ella le importa proteger el planeta. No utiliza productos que se hayan probado en animales, por ejemplo, porque no le parece adecuado. No lo hace porque esté tratando de demostrar algo o le interese quedar bien, sino porque es algo en lo que ella cree.
ESQ: Tu padre, Bruce Dern, y tu madre, Diane Ladd, son grandes actores. ¿La actuación fue algo que siempre te interesó o ellos te impulsaron?
LD: Nunca desalentaron mi interés por la actuación, pero sí la posibilidad de que actuara siendo niña. Mi madre me instó a que estudiara actuación durante dos años, y tuve que renunciar a todo lo demás, lo que nunca consideré un sacrificio. Así que nunca fui una chica que tomó clases de equitación, fue a campamentos de verano ni hizo muchas otras cosas. Ella pensaba que si elegía la actuación por encima de cualquier otra cosa, realmente tenía que amarla. Y así fue. Fue grandioso que lo hiciera. Mi madre estaba 100 por ciento segura de que podría lograr cualquier cosa. Por eso siempre me apoyó.
ESQ: Adquiriste fama desde muy joven y trabajaste con directores como David Lynch, en Blue Velvet, y Steven Spielberg, en Jurassic Park. ¿Qué piensas cuando recuerdas los primeros papeles de tu carrera?
LD: Creo que consigues una reputación cuando demuestras no tener miedo, y los directores que tampoco tienen miedo te llaman. Eso es increíble. Desde joven esperas mantener esa fama siempre que tomas una nueva oportunidad. La gente con la que he trabajado exige mucho esfuerzo de tu parte y eso provoca que te sientas muy afortunado. Te inspira e intimida a la vez, lo que también es maravilloso.
ESQ: Has trabajado en cine con tu madre. ¿Te gustaría hacerlo con tu padre, quien este año recibió una nominación al Óscar por su papel en Nebraska?
LD: Sí, mi sueño es actuar con mi papá. Justo ahora, estamos trabajando mucho y estamos cerca de definir un proyecto. Rezo para trabajar con él. Tuve la oportunidad de acompañarlo en el set de Nebraska durante un par de semanas, lo que fue un sueño hecho realidad para mí. También me gustaría volver a trabajar con mi mamá. Me encanta trabajar con ella.
Foto: cortesía de la distribuidora