Vivir el presente

Imagen

Originalmente publicado en Esquire no. 63 (PDF aquí)

Una de las actividades favoritas de Bill Nighy es caminar con su familia por las calles de Londres. Es un amante de los detalles simples de la vida. Por eso se asemeja a Dad -su personaje en About Time, la nueva película de Richard Curtis-, quien disfruta la literatura, el té a media tarde y el cine a la intemperie. El verdadero reto de la existencia, piensa este inglés, es poner atención al presente sin preocuparse por los errores del pasado o las dificultades que pueda acarrear el futuro.

En la cinta, Nighy es un papá con dos retos: enseñar a su hijo de 21 años (Domhnall Gleeson) a viajar al pasado y, a la vez, convencerlo de que el trayecto es innecesario si uno sabe construir una vida que se pueda disfrutar a cada instante, con sus altas y sus bajas. En el mundo real, Nighy -quien dio vida a Davy Jones en Pirates of the Caribbean: Dead Man’s Chest (2006)- es un hombre de 63 años que ha decidido que vivir para perseguir el éxito es una pérdida de tiempo. Ahora lo que más disfruta no sólo es pasear por la ciudad a pie, sino prestar atención a todo lo que acontece mientras camina.

Ésta es la segunda ocasión en que el intérprete trabaja bajo la dirección de Curtis. Antes colaboraron en Love Actually (2003), donde Nighy interpretó a una estrella de rock que canta «Christmas Is All Around». El guión de About Time llegó a manos del ex rockstar acompañado de una nota donde Curtis explicaba que ésta sería la última cinta que dirigiría en su vida (esperamos que esto no sea cierto por la felicidad de quien disfruta de un filme con una estructura narrativa no lineal, personajes profundos, diálogos divertidos e inteligentes, y grandes actores). Nighy aceptó de inmediato.

Al viajar al pasado, Tim -hijo de Nighy en el filme- no puede matar a Hitler o evitar la construcción de la bomba atómica, pero sí tiene la habilidad de revisitar su propia vida y corregir pequeños errores. Y así, en medio de secuencias hilarantes, conoce a Mary (Rachel McAdams), con quien descubre que la felicidad genuina no requiere de una máquina del tiempo para convertirse en realidad.

El último viaje que padre e hijo realizan en la cinta es para revivir un instante cotidiano. La oportunidad de repensar su propia vida es lo que provocó que Nighy no sintiera que About Time fue un trabajo, sino una oportunidad para apreciar la importancia de atesorar los recuerdos más simples del pasado. Quizá la lección de esta historia sea que no hay instantes banales, que caminar a pies descalzos por la arena podría ser el momento que valga la pena recordar antes de morir.

ESQUIRE: ¿Cómo resumiría el argumento de About Time

BILL NIGHY: El principio filosófico de esta película es maravilloso. Sé que la gente ya lo ha escuchado antes, pero en esta cinta es en verdad profundo: se trata de luchar por prestar atención al momento que estás viviendo, en lugar de mortificarte por lo que ya pasó o sentirte amenazado por lo que podría ocurrir mañana. No hay que inventar vacíos en la vida y sentir que falta algo. Las cosas cotidianas son las más importantes, las que hay que atesorar.

ESQ: ¿Usted realmente vive así?

BN: Lo he intentado durante años. De verdad trato de poner atención cuando voy por la calle. Camino mucho. Me encanta hacerlo. Me gusta acostarme bajo los árboles y mirar el cielo; pensar que estoy vivo y soy un hombre con mucha suerte. Vivo en un lugar hermoso. En Londres estoy rodeado de belleza y trato de disfrutarla cada día. Creo que justo de eso trata la película de Richard [Curtis]. Vivir de este modo te da energía y esperanza. Es mucho mejor que la otra forma de vida, donde te permites experimentar un nivel de ansiedad que tiene efectos corrosivos y se roba tu día. Cuando vives así, llegas al final de una jornada y te das cuenta de que realmente te perdiste de mucho, que estabas tan concentrado en algo en particular que difícilmente puedes recordar otras cosas. Sin embargo, cuando llegas a mi edad, tomas conciencia del tiempo y dices: «Oye, esto es precioso». Y no permites que tu tiempo se oscurezca por algo estático.

ESQ: ¿La actuación no se trata de eso en general? ¿De atesorar cada momento?

BN: Sí, ésa es la idea. Lo intentas, pero a veces es muy difícil de lograr. La gente tiene muchos sistemas y técnicas, como meditación, cosa que yo jamás he hecho. Yo escucho música. Es mi nuevo método para iniciar el día. Lo recomiendo muchísimo. Lo que hago es crear un playlist de temas de artistas que van de John Lee Hooker a Van Morrison. Todos ellos son brillantes y tienen algunas de las grabaciones más hermosas que se han hecho. En esa lista tengo temas como «Wasted Years», «Don?t Look Back», «I Cover the Waterfront», «It Serves You Right to Suffer» y «Travellin? Man». La escucho en la mañana. Me siento, cierro los ojos y me concentro en la canción. No es una mala manera de iniciar el día.

ESQ: ¿Qué piensa de Domhnall Gleeson, que interpretó a su hijo en la cinta?

BN: Domhnall es un hombre adorable, de verdad adorable. La pasamos muy bien durante el rodaje de About Time. Trabaja arduamente y sin quejarse. No quiero que parezca que lo estoy recomendando, pero en verdad es divino trabajar con él. Fue muy sencillo y cómodo interpretar nuestras escenas juntos.

ESQ: ¿Y qué hay del aspecto mágico de la historia? Lo de los viajes en el tiempo…

BN: Me gusta que no es ciencia ficción tradicional. No tienes que usar ropa chistosa, subirte a una máquina ni decir cosas extrañas. Para viajar al pasado sólo debes estar en un lugar oscuro -en una alacena o clóset- y cerrar los ojos. También me gusta que sólo puedes ir a lugares en los que ya has estado, sin alterar el resto de la historia. Creo que eso es muy inteligente. Al mismo tiempo es importante que Tim [su hijo en la cinta] sólo utiliza esta herramienta para ayudar a la gente que ama. Todo esto se trata de aprender a poner atención a lo que te rodea; a tu familia, por ejemplo. Y, bueno, a la larga, comprender que no necesitas viajar en el tiempo para lograrlo.

ESQ: ¿Es cierto que no le gusta ver las películas en las que trabaja?

BN: Sí, es cierto. Ni siquiera planeo ver About Time en un futuro. Lo que sucede es que no trabajo en cine para mí, sino para otras personas. Es una estrategia que me hace sentir muy contento. En algún otro momento de mi vida sí las veía, pero no me sentía cómodo atestiguando mis actuaciones. 

ESQ: Si pudiera viajar en el tiempo sólo una vez, ¿a dónde iría?

BN: Me hubiera gustado estar en primera fila en el Apollo Theatre, en Nueva York, en 1962 cuando James Brown dio ese legendario concierto que ahora conmemoramos en el álbum Live at the Apollo. No tengo la menor duda de que debió de haber sido maravilloso. Dicen que Elvis Presley veía a James Brown todas las noches y que Michael Jackson inspiró su carrera en él. Sus movimientos desafiaban la física y te llevaban a pensar cómo era posible que alguien se pudiera mover en el escenario de esa manera.

ESQ: Richard Curtis parece ser un hombre muy amable, pero ¿cómo es durante un rodaje? 

BN: Richard es un director capaz de crear un ambiente agradable porque, claro, él es un hombre muy amable. Es sumamente cortés y jamás, jamás, pierde el temperamento. De hecho, por eso pienso que todo sale bien en sus películas. Creo que quien levanta la voz en un set de filmación entra en un plano amateur y deja de ser un pro?fesional. Ésa es mi visión. No considero que la mala conducta y el arte puedan convivir. Richard es un hombre con clase porque eso es lo que se necesita para ser un director: tener tacto y ser respetuoso con la gente en todo momento. Si eres así, todo saldrá bien. Los días en que la mala con?ducta podía confundirse con talento han quedado atrás.

ESQ: About Time es una gran película. ¿No intentó convencer a Richard Curtis de que no dejara el cine?

BN: Para ser honesto, no creo que vaya a ser su última película. Pero tienes razón, el guión es tan maravilloso que, tan pronto empecé a leerlo, quise aceptar el papel. Y eso no lo debes hacer hasta que terminas de leer [ríe].  Sin embargo, en este caso supe que el papel era grandioso y durante la producción la pasamos de maravilla. Lindsay Duncan, quien interpreta a mi esposa, y Rachel [McAdams] son extraordinarias. Además me encantó estar en Cornwall. La casa en la que filmamos es real: alguien vive en ese acantilado con vista a la playa. Imagino que durante el invierno debe ser fría, pero yo podría vivir ahí.

ESQ: Parece que últimamente ha tenido mucho trabajo. ¿Ya terminó las secuelas de Page Eight, con David Hare?

BN: Sí, hicimos dos: Turks and Caicos y Payne and Redemption. Johnny Worricker ha sido un gran papel para mí y he trabajado con David varias veces. Él es otro director ejemplar. Es brillante y cuando estás en un set con él convives con un hombre cortés, entusiasta y capaz de impulsarte.

ESQ: ¿Se planeó como una trilogía desde el principio o se hicieron estas cintas tras el éxito de la primera, que apareció en televisión?

BN: No lo sé. Cuando recibí el guión de Page Eight fue una situación casi cómica para mí. Había trabajado con David durante toda mi vida adulta como director de teatro y como escritor y, de pronto, decidió escribir el tratamiento de una película en la que no sólo me ofrecía el papel principal, sino que él mismo dirigiría. Recuerdo que le mandé un mensaje para decirle: «¡Hagamos tres!». Lo planteé como una broma porque me parecía un muy buen proyecto y quería extenderlo tanto como fuera posible, pero no imaginé que al final se haría realidad.

ESQ: ¿En qué otro proyecto estará trabajando?

BN: Lo siguiente será Pride, una cinta escrita por Stephen Beresford. La película retrata la increíble historia de un grupo de gays que, en 1984, se dan cuenta de que los mineros la están pasando mal así que, durante los primeros días del Gay Pride, salen a recolectar dinero. Y como en el grupo hay una lesbiana llamada Steff, deciden llamarse The Gay and Lesbian Miners? Support Group. Sin embargo, aunque juntan una buena cantidad de donaciones, cuando el National Union of Miners se entera de sus preferencias, rechaza la ayuda. Lo increíble de la historia es que estas personas se convirtieron en unos de los mejores recaudadores de su época. Pride relata cómo se involucraron con otras personas, se aceptaron y colaboraron en beneficio de ambas partes.

ESQ: Hay rumores de que habrá una secuela de The Best Exotic Marigold Hotel. ¿Son ciertos?

BN: Sí, regresaremos a la India. Nadie pensó que sucedería [ríe]. Pero sí, ése es el plan. Creo que hicimos una buena película que atrapó la atención del público y por eso haremos una segunda parte. Ya leí el primer borrador del guión y es muy, muy bueno. John Madden volverá a dirigirla. Judi [Dench] y Maggie [Smith] también estarán de vuelta. Con un poco de suerte, comenzaremos a filmar a fin de año.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s